Los Juegos Olímpicos viven sus últimas horas en París 2024, y se abrirá una nueva olimpíada en la que los atletas de todas partes del mundo retomarán el trabajo con el enorme objetivo de estar en Los Ángeles 2028.
Este será el caso de Manuela Rotundo, la lanzadora de jabalina sanducera que se quedó en las puertas de la clasificación para París. Clasificación, por cierto, impensada apenas unos meses antes. Pero la enorme actuación de la sanducera, y la planificación del equipo, permitió que las cosas se fueran dando y se regara la ilusión.
Finalmente no pudo estar. Pero la pregunta que surge es cómo le hubiera ido a Manuela en la que hubiera sido su primera participación olímpica.
Es, en realidad, proponer un juego que hubiera estado lejos de la realidad. O no, vaya uno a saber. Pero es solo eso: un juego.
Para empezar, la mejor marca de Manuela es de 61,84 metros.
En jabalina hubo dos series clasificatorias en el Stade de France, de 16 competidoras cada una. ¿Cómo le hubiera ido a Manuela teniendo en cuenta su mejor marca y las que lograron las deportistas en París? Se hubiera metido en la siguiente instancia.
Solo nueve deportistas estuvieron por encima de la mejor marca de la sanducera. Y de las clasificadas, tres lograron una marca inferior a la que tiene Rotundo.
Hoy, desde las 14.30, se desarrollará la final de lanzamiento de jabalina en la rama femenina. Rotundo podría haber estado allí, en este juego que incluye situaciones que seguramente podrían no ser reales: que Manuela lograra mantener su mejor marca o superarla, y que el resto de las atletas hubieran mantenido el nivel mostrado en la instancia clasificatoria.
Si se tiene en cuenta las mejores marcas de temporada con la que llegan las 12 finalistas, Rotundo supera con su 61,84 metros a dos de las finalistas.
