El boxeo no se resigna. De yapa, muestra un crecimiento interesante en nuestro país. Y, por su fuera poco, con resultados más que interesantes. Mientras la Federación Uruguaya está intervenida, seis púgiles celestes fueron de la partida en el Mundial Amateur del Consejo Mundial de Boxeo en Tijuana, con un resultado para algunos inimaginable: tres se metieron en semifinales y el resto llegó a la final.
Los seis deportistas, que representaron a la Comisión Uruguaya de Boxeo Amateur y Profesional (Cubap) realizaron una preparación previa en la mexicana Chalco, bajo las órdenes de Germán Freire. El objetivo era claro y dio sus frutos: adaptarse a la altura sobre el nivel del mar y llegar en las mejores condiciones.
Entre los más de 320 boxeadores participantes en el Mundial, Santiago González, Matías Barone y Santiago Céspedes se metieron en semifinales y terminaron entre los cuatro mejores del mundo.
Thiago Dos Santos y Lucas Duré fueron vicecampeones en los 64 y 81 kilos, respectivamente, mientras que Matías Otero se consagró campeón del mundo en los 60 kilos. Otero ya se había consagrado el pasado año en Chile campeón Latinoamericano.
Esta vez no hubo sanduceros en acción en el Mundial Amateur, pero vale la pena la mención. Porque el boxeo sigue trabajando en silencio. Y dando frutos, pese a que muchas veces es menospreciado, sin que se tenga en cuenta su potencial a la hora de llevar adelante un trabajo social más que importante.

